Con tres anotaciones, alcanzadas en media hora y logradas todas en el primer episodio, el Atlético de Madrid femenino, contando en su formación titular con nuestra estelar jugadora colombiana Leicy Santos, (casaca 20) alcanzó en la tarde del sábado 16 de enero 2021, el título de campeón de la Supercopa de España al derrotar categóricamente, 3×0, en la gran final, al Levante UD.
Las colchoneras lograron “barrer a punta de tres goles” a sus oponentes granota, mediante las anotaciones de Deyna Castellanos, venezolana, (casaca 6) cuando se marcaban los 18 minutos y, con una estupenda dupleta de la debutante camerunesa, incorporada en el pasado invierno, Njoya Ajara, (casaca 29) sobre los 22 y los 32 cumplidos.
Ni medio respiro le dio el Atlético al Levante en una final, aparentemente abierta para ambas escuadras, pero fueron las rojiblancas las que cerraron el marcador de un solo envión y en apenas media hora.
Habían dejado en el camino al gran favorito, el FC Barcelona, campeonas de la edición pasada y a las que vencieron desde el cobro de los penales 3×1 y superado este escollo gigante, no se les podía escapar su primera Supercopa, un título recuperado por la Federación en 2019 con un formato de torneo a cuatro y que aún no habían tenido oportunidad de disputar. Lejos quedaban también los dos títulos que alzó el Levante en 1997 y en el 2001.
Una asociación fabulosa de dos jugadoras atléticas fue suficiente para inclinar la final desde el pitido inicial. Irregulares en la Liga Iberdrola, aparecieron revitalizadas con la llegada al banquillo de Sánchez Vera y el fichaje de la camerunesa Njoya Ajara, quien llegó para reforzar el ataque tras la grave lesión de la mexicana Charlyn Corral.
Su capacidad goleadora no tardó en demostrarla encontrando un agujero gigante en la banda izquierda granota, por la que una y otra vez se colaba rauda hasta la línea de fondo.
Su primer centro lo cazó en el corazón del área, la colombiana Leicy Santos, (casaca 20) pero se encontró con la arquera Paraluta, y se esfumó la opción.
La intensidad con el que Atlético saltó al campo le dio el control ante la impotencia de las chicas de María Pry, incapaces de pausar y de controlar la pelota para acercarse al área rojiblanca donde tampoco el contragolpe les funcionó.
La segunda vez que Ajara prendió motores y se escapó de sus marcadoras para tirar el centro, éste lo remató la estelar Deyna Castellanos, (casaca 6) para marcar el primer gol.
Ese boquete fue incapaz de taponarlo el Levante UD en todo el primer episodio, pagándolo carísimo, al comerse tres goles.
Le anularon un tanto a la central Tounkara, (casaca 19) por una falta en ataque, pero la asociación de la brasileña Ludmila Santos, (casaca 8) y la camerunesa Ajara, (casaca 29) volvió a cuajar frutos, esta vez el centro lo colocó la brasileña, recién recuperada de Covid y Ajara solo remató para subir la cuenta 2×0.
Ni María Méndez ni Rocío podían pararlas. Todo era fácil para ellas. De otro lado, ni Eva Navarro ni Esther González por parte del Levante, pesaban ya que no entraban en juego colectivo lo suficiente y no había forma de taponar la sangría en esa banda. Pese a todo, no desistió el Levante, que probó con una falta ajustada al poste dirigido por Andonova, pero en el contraataque se encontró con el tercero casi sin tiempo a pestañear.
Otra vez Ludmila se escapó de Rocío para buscar a Ajara que recibió de espaldas, se giró e hizo subir el marcador al 0x3, nítido, contundente como determinante y campeonil.
La reacción granota volvió a manifestarse al filo del descanso con disparo lejano de Zornoza para obligar a la golera colchonera Lindalh, (casaca 1) que también tuvo que estirarse para desviar otro disparo de Andonova. La sostuvieron las de María Pry tras el descanso, aprovechando el desgaste de las rojiblancas, quienes empezaron a encontrar la habilidad de Eva Navarro, demasiado sola en el ataque, pero la murciana Laia Aleixandri, (casaca 4) y Tounkara, (casaca 19) eran un muro infranqueable.
Mientras Sánchez Vera oxigenaba a su equipo cambiando a nuestra crédito Leicy Santos, sobre los 57 cumplidos, el Levante recurría a la argentina Banini para acercarse a la portería, pero fue una tarea con resultados absolutamente imposibles.
Así las cosas, con todo merecimiento y además plasmando su superioridad en el campo de juego, El Atlético Femenino, levantó la Supercopa, en las manos de Amanda Sampedro, (casaca 10) y de Virginia Torrecilla, la rojiblanca que no pudo estar sobre el césped por su lucha contra el cáncer.
¡¡¡ Felicitaciones campeonas colchoneras !!!.
¡¡¡ Que viva el fútbol femenino!!!.