El América está obligado a ser campeón para el ya muy venidero torneo Apertura 2018 porque de no ser así la continuidad de Miguel Herrera con el conjunto capitalino quedará en una fragilidad considerable.
América junto con Guadalajara cada torneo están obligados a mostrar en la cancha lo que mediática y comercialmente representan por ser los equipos más populares, grandes y trascendentales del futbol mexicano; siempre Guadalajara por encima del América claro está.
Las águilas tienen la opción incluso de ganar el doblete, con la salvedad de que para el torneo copero también habrá que superar a nóminas muy completas en lo económico y en lo deportivo como Tigres, Monterrey, Toluca, Tijuana, Cruz Azul, León o Pumas.
En los recientes días he seguido vía YouTube y canales oficiales del equipo algunos videos de los entrenamientos tácticos, físicos y regenerativos del América. Está claro que el equipo de Coapa labora con altos estándares de calidad en todos sentidos con trabajos físicos, regenerativos, de gimnasio, tácticos, de movilidad, de potencia, de resistencia e incluso de recreación impregnados con metodologías de formatos europeos del más alto nivel.
El América está hecho para correr, para jugar a contragolpe, para manejar la pelota a lo ancho y largo del campo, y sobre todo para atacar constantemente. Herrera tiene claro que las águilas deben proponer los partidos y generar el espectáculo, sobretodo como locales.
La cancha del Estadio Azteca a partir del Apertura 2018 tendrá actividad permanente cada ocho días, y también con el torneo de copa los primeros meses serán de mucha intensidad en el uso de suelo por el compartimento de la misma con el Cruz Azul.
Esta ha sido modificada para recubrirla con capas de pasto sintético con tecnología muy avanzada que hará privilegiar el futbol dinámico, la velocidad máxima y el contragolpe; ante ello el conjunto de Coapa prepara muchos entrenamientos en diagonales, mucho volanteo por fuera, y demasiados movimientos verticales con variantes de medio campo hacia adelante con toques de primera intención primordialmente. El América privilegiará el correr por sobre la estética y el modo artístico sin dejar insisto de cuidar el espectáculo sublime.
Miguel Herrera ha madurado como entrenador progresivamente. Con el tiempo ha aprendido a administrar con inteligencia los partidos, matarlos a su tiempo, jugar con los recursos tácticos más concisos, cerrar filas y meter el camión cuando el partido lo precise, y jugar hacia adelante y de forma espectacular sin obsesionarse ni descuidar la capacidad de contención y defensa. Es muy digno del entrenador mexicano exigir el tener en el América perfiles de jugador con amplias y vastas condiciones técnicas y solvencia en el tratamiento de la pelota, incluidos los porteros Agustín Marchesín y Oscar Jiménez.
Hoy, de nueva manera, los equipos de la ciudad de Monterrey lucen como los más duros, fuertes y favoritos para campeonar, y por calidad individual son los mejores en México, con Tigres un paso por delante del Monterrey; sin embargo América luce como la tercera fuerza imponente junto a Cruz Azul en este país. El América deberá sobreponer su jerarquía absoluta y su grandeza. El trofeo número trece les espera.