EL FÚTBOL ES PURO CUENTO Nº 59
España está de fiesta.
Por Walter Hugo
Algo habrán hecho bien los españoles, que de pronto se roban todas las tapas de los diarios con sus logros deportivos. Alberto Contador llora emocionado recibiendo el tercer título de la carrera de ciclismo más exigente del planeta: el famoso Tour de Francia.
Fernando Alonso sube al podio con una sonrisa y festeja con los puños en alto cuando recibe el trofeo del Gran Premio de Hockenheim, Alemania, en la exigente Fórmula 1.
Todavía se sienten los ecos del triunfo de la furia roja en el Soccer City, coronándose por primera vez en su historia como Campeón del Mundo de FIFA.
Por allí anda Nadal entreverado entre los mejores del tenis luego de unos cuantos años de supremacía total.
No es casualidad. Hay trabajo, inteligencia, preparación, autocrítica, humildad, respeto. Talento también. Pero por sobre todas las cosas: planificación y dedicación. Con entrenadores capaces, maestros hábiles y profesores exigentes. Mucho esfuerzo, seguramente. Unas cuantas lágrimas. Las que antes eran de frustración ahora mutaron a lágrimas de alegría.
Una sana envidia llena el corazón de los que aman el deporte al ver a tanto español festejando. Dan ganas de darles un abrazo. Y pedirles la receta. Mientras tanto, aplaude el mundo el triunfo de sus atletas. Ríen de alegría en los podios del mundo. Aunque levantan trofeos y se cuelgan medallas cada vez que compiten, a nadie se le ocurre decir que “Dios es español”. A otros con ese cuento.-