Nacido en Utrecht (Países Bajos, 1964) Marco van Basten se interesó desde muy pequeño por el fútbol, perteneciendo desde los 7 años a un equipo de su ciudad llamado UVV, hasta que a finales de la temporada del año 1980 recaló en otro club de la ciudad llamado USV Elinkwijk.
Con 1.88 de estatura sus grandes cualidades de visión de juego, remate, desmarque, técnica individual y una gran capacidad goleadora no pasaron desapercibidas.
En el USV Elinkwijk jugó poco tiempo ya que aceptó la propuesta de uno de los grandes de Holanda como es el Ajax de Ámsterdam, donde comenzó en las categorías inferiores hasta debutar con el primer equipo a la edad de 16 años el 3 de Abril de 1982 frente al NEC Nimega. Queda como anécdota que en su debut marcó su primer gol y entró en el terreno de juego sustituyendo nada más y nada menos que al mítico, Johann Cruyff, considerado el mejor jugador en la historia del club y uno de los mejores del mundo.
Comenzó a destacar como delantero centro marcando 9 goles en la temporada 82/83 y 28 en la 83/84. Sus 128 goles en sus 133 partidos en el Ajax fueron unas cifras muy importantes para esa época. Fue en tres ocasiones máximo goleador de la liga holandesa, lo que le catapultó hasta la Bota de Oro en 1986 como mejor goleador europeo y llamado para jugar en la selección.
Con el combinado nacional marcó 24 goles entre 1983 y 1993, siendo el más importante de ellos el que le marcó a Rusia de volea, con Rinat Dasaev como portero, para proclamarse campeón de la Eurocopa de 1988 tras desplegar la “Naranja Mecánica” un gran juego durante el campeonato.
Sus grandes actuaciones y previsible gran futuro atrajeron a los directivos de los poderosos equipos de Europa que le veían con una calidad excepcional y un jugador completísimo en todas las facetas. En el verano de 1988, el 5 de Julio, el Milán con su nuevo presidente a la cabeza, Silvio Berlusconi, le fichó por unos 2 millones de dólares, cifra récord para aquellos tiempos. Allí terminó de deslumbrar al mundo por su gran juego y ganando Ligas, Copas de Europa e Intercontinentales entre otras. En el equipo rossonero se encontró con otros dos holandeses, Ruud Gullit y Frank Rijkaard que junto con los italianos Baresi y Maldini conformaron un equipo de fama mundial.
En Italia jugó un total de 147 partidos marcando 90 goles. Su nivel se vió mermado por las constantes lesiones que sufría que aún sin ser graves fueron dificultando su nivel y forma física. Se operó entre otras de tobillo y rodilla.
Finalmente abandonó el fútbol a los 30 años. El holandés confiaba en la recuperación de su maltrecho tobillo derecho pero las esperanzas se esfumaron cuando el famoso doctor Maertens le diagnosticó que no podía realizar actividades físicas de alto nivel como es el fútbol profesional.
En cuanto terminó su carrera como futbolista decidió sacarse el título de entrenador en la Federación Holandesa de Fútbol (KNVB). Su primer puesto fue en el segundo equipo del Ajax como ayudante del entrenador.
Considerado uno de los mejores jugadores europeos de todos los tiempos como hemos descrito anteriormente Van Basten fue elegido Mejor Jugador de Mundo en dos ocasiones, mejor jugador holandés cuatro veces, además de ganar tres veces el Balón de Oro al mejor Jugador Europeo (1988, 1989 y 1992). En 1999 fue considerado el Mejor jugador Holandés de todos los tiempos junto a Cruyff.