Inicio NoticiasCambiaron las épocas

Cambiaron las épocas

Cambiaron las épocas

Está claro que las épocas cambiaron, y es que estamos en una sociedad tan globalizada, tan junta y tan similar, en las mismas convicciones comerciales, de vida, de consumo, de interacción en redes sociales, de moda, de socialité, de vanguardia musical y de malsano precedente neoliberal internacional, desde cualquier rincón de este planeta, que era obvio que de un tiempo a la fecha las convicciones nacionalistas, el amor a la patria, el gusto por competir a favor de tu pueblo, tu convicción por tus colores nacionales, entre otros detalles así, se aminorarían en la generalidad, sin poder totalizar este fenómeno. Por fortuna pululan honrosas excepciones en este mundo. Está claro que en ese sentido el futbol soccer no puede ser la excepción.

Es preciso aclarar que en millones de ciudadanos del mundo, entre ellos miles de jugadores, existen convicciones que apuestan por ser ciudadanos, embajadores y representantes del mundo, no necesariamente de sus países, ciudades o regiones de donde son, crecieron, nacieron o bien se desarrollaron. Está de moda ser un personaje global, del mundo. Esto quizás incluso como slogan de la revolución de las ideas modernas.

En términos generales, más no totalizadores, ya no venden tanto las selecciones del mundo. Ya no es tan importante destacar, hacer historia y consumar gloria con la camiseta de los colores de tu país, incluso priorizando tu bandera a los uniformes del club que te paga tu contrato, muchas veces millonario, pensando en el alto nivel sobre todo. Esto último pareciera obvio en la actualidad, pero es que antes muchas leyendas arriesgaban y hasta se reivindicaban, poniendo en predicamento su prestigio en sus clubes con tal de hacerlo de lo mejor en su selección, a lo máximo de su nivel, jugando a veces con lesiones fuertes, que incluso ponían en severos predicamentos la continuidad de sus carreras en muchos casos. ¿Quién lo iba a pensar?

El mundial o las copas intercontinentales más importantes han pasado a desenvolverse en la medianía, pero claro, con algunos partidos que siguen quedando para la historia del máximo nivel posible (eso sí, hoy los menos por supuesto).

En torno a este tipo de copas es mucha la expectación comercial, mediática, y el amor incondicional de los aficionados de cada país (algo que nunca cambiará), pero tristemente con un nivel de mediano a poco en términos de futbol, en el lenguaje de la cancha.

Hoy, viajar con tu país, concentrar, entrenar, ir al gimnasio, trabajar en cancha, con la presión mediática y de la prensa local encima, sin goce de sueldo más que las primas comerciales y algunas comisiones por buen rendimiento que llegas a cobrar (hoy incomparables a lo que la mayoría gana en sus clubes), y muchas veces en época de vacaciones, puede ser incluso hasta cansado, aburrido y pesado para muchos jugadores. El jugador romántico, bohemio, amoroso de su estirpe social queda en muy pocos lugares, ya casi no hay de esos, sinceramente.

Por eso no debe sorprender el hecho de que existan jugadores que previo a una jornada FIFA, una jornada de eliminatorias, confabulen en sus clubes y los departamentos médicos de sus equipos lesiones, o incluso se lesionan de último momento, o rompan concentraciones poniendo en riesgo la puesta en marcha de un entrenamiento interescuadras, o no viajen, o se rebelen, o exijan licencias, exijan canonjías y hasta cotos de poder, entre otras cosas.

No debe sorprendernos tampoco el hecho de que cada vez más sea menos atractivo dirigir las selecciones, y que las barajas disponibles para dirigir equipos nacionales sean limitadas con directores técnicos de segunda categoría, salvo honrosas excepciones. Si en este momento hay equipos nacionales que aún no tienen entrenador fijo es porque ese equipo nacional mediante su respectiva federación no paga igual que un club, en ciertas ocasiones, y otra porque te da menos reflectores, y menos luz, aunque usted no lo crea. Esto último pensando en América y Europa más que nada. El entrenador también busca vender y cotizar alto la mayoría de las veces en la actualidad a costa de lo que sea.

Habría que pensar hasta cierto punto si el futbol de selecciones va a seguir generando la misma importancia generalizada, y por consiguiente si habrá de seguir generando riqueza deportiva en el largo plazo. ¿Seguirá siendo importante el mundial, la euro, la Copa América, la Copa Oro?, ¿Dos o tres sedes para una misma copa no será un indicador de la progresiva devaluación deportiva de estos eventos de selecciones nacionales?, ¿Es este un fenómeno internacional?

Los jugadores, en la generalidad, reitero no se puede totalizar, cada vez se entregan menos a sus equipos nacionales de selección. Los cracks del mundo están bien en lo deportivo y con la mejor disposición sólo si hay contratos comerciales muy millonarios y por consiguiente si hay riqueza que sacar de cada juego que su selección dispute.

En la actualidad los jugadores de esta última era se decantarán por obvias razones más por sus equipos que por sus selecciones respectivas. Desde el alto nivel del mundo podemos decir que nunca será lo mismo Messi, Agüero o Higuain en el Barcelona, el Manchester City y el Milán (antes la Juventus y el Nápoles de este último) que la selección argentina. Para Cristiano Ronaldo lo mismo aplica en Portugal respecto a la Juventus y antes el Real Madrid. Neymar en el mismo riel de Brasil comparado con el Paris St. Germain.

Por fortuna España, Italia, Francia, desde luego Alemania y de nuestro lado continental Uruguay, bendita Uruguay por cierto, y por lapsos recientes Chile, bicampeón de América, se niegan a aceptar esta regla y obligan a sus muchachos a competir por todo y con todo por la bandera nacional.

Por citar un ejemplo la garra uruguaya al momento de jugar con la camiseta oriental yorugua es inaudita en épocas donde no es moda jugar a full, a lo máximo, a lo bestia por tu país. Los franceses podrían aplicar bajo el mismo criterio, y para muestra la gallardía con que jugaron el pasado mundial y lo ganaron con todos los méritos posibles.

Ojalá que la derrota del futbol de selecciones no se acrecenté tanto y no nos toque sufrir ni llorar por esta situación a los que amamos incondicionalmente este deporte llamado futbol soccer.

Related Articles