Brasil 2014, fue le cumbre para el más destacado arquero mexicano de este siglo, ante los anfitriones verde amárelas, enfundado en un traje azul con vivos rojos, emuló con su vuelo al hombre de acero, con una atajada, considerada una de las mejores de la historia.
Además de esa, sacó todos los tiros que llegaban a su meta. Los más críticos mencionaban que los balones iban al cuerpo o muy cerca, sin importar eso, rechazó todo ya sea por reflejos o colocación, dejó su portería en cero, pasando a los anales de la historia de la selección mexicana con esa enorme actuación.
Un mundial antes, para Sudáfrica 2010, Memo se perfilaba como el portero titular, todo marchaba sobre ruedas, hasta un olvidado e insignificante partido ante Corea del Norte, donde un tiro de larga distancia con un bote bravo antes de llegar a sus manos movió el balón metiéndolo a la portería ante un Ochoa arrodillado con las manos extendidas hacia el suelo impotente vio como el balón se iba sin poder hacer nada. Y nada tampoco pudo hacer cuando se fue también su titularidad.
El pasado sábado el combinado mexicano, se midió ante Nigeria en un partido amistoso con victoria para los aztecas con marcador de 2 a 1. El gol de los africanos nació de un centro desde la banda izquierda que fue cabeceado al borde del área chica, botó en el césped y brincó sobre la cara del arquero Rodolfo Cota. El balón se fue hasta el fondo de la portería, pasando entre las manos y la cara del arquero. Así entre sus manos y frente a su cara se metió el balón y de la misma manera su ultima oportunidad de ganarse el boleto como tercer portero de la selección. La tuvo entre sus manos y frente a sus ojos se le fue.
A menos que ocurra una desgracia Guillermo Ochoa será el portero titular en Qatar, con Alfredo Talavera será su escolta, el tercer lugar se lo pelean Cota y Acevedo, y este último sin hacer todavía nada ya tiene ventaja.
El mundo será mejor cuando solo discutamos por un balón.
