Ha pasado una nueva Copa América y en el aire quedaron muchas dudas y pocas certezas. Con un Brasil campeón en su casa y en medio de tantas polémicas, es hora de un balance sobre lo sucedido con la selección argentina en esta renombrada competencia.
Si bien este torneo no tiene ese peso de un mundial de fútbol, pero aún así sabemos que este es un encuentro de selecciones latinoamericanas de mucha importancia y que deja una marca en cada una de ellas, en especial en aquellas que son históricamente fuertes como es el caso de Colombia, Uruguay o la mismísima Argentina.
Precisamente el equipo de Messi fue del que más se ha hablado debido a un sinnúmero de situaciones propias y ajenas y es donde nos vamos a centrar en este artículo.
En primera ronda el nivel del plantel dirigido por Leonel Scaloni fue realmente muy bajo, pobre y carente de ideas como así también de juego colectivo. Además de esta preocupante situación, se agregó que el crack del Barcelona pasó prácticamente desapercibido y nunca pudo romper líneas ni mostrar su tan reconocida magia con la pelota.
Todo lo mencionado anteriormente llevó a que el combinado albiceleste llegara en una situación limite a su tercer partido de grupo, inclusive dependiendo de otros resultados. Pero sin esperarlo, la suerte estuvo de su lado y pasó a octavos de final donde enfrentaría a un Venezuela fuerte y difícil.
Entre polémicas y un juego con pocas luces, Argentina pudo derrotar a la vinotinto para lograr posicionarse entre los cuatro mejores seleccionados de América. El detalle era que ahora tocaba jugar contra el anfitrión: El Brasil de Tite y compañía. Fue aquí donde la cosa se empezó a poner muy picante…
El día del clásico sudamericano llegó, la redonda comenzó a rodar y las polémicas también. Los minutos corrían y el Kun Agüero junto a la pulga y al resto de blanco y celeste parecían mejorar y jugar de igual a igual contra el equipo local, pero esta vez la suerte no iba a estar de su lado, ni tampoco la terna arbitral. Finalmente los de Dani Alves superaron a Argentina por 2 a 0 y nuevamente iban a otra final.
Fue a partir de este momento donde empezó y terminó la Copa América para los argentinos. Qué quiero decir con esta afirmación? Haber llegado a esta instancia fue comenzar un nuevo torneo y a la vez ese mismo día quedaron truncadas todas las esperanzas de ser campeones después de 26 años de sequía.
Independientemente de las incansables discusiones sobre los penales no cobrados por el juez y las extrañas negativas en hacer uso del Var, tenemos que hablar de una selección sin los goles que tanto necesitó y de un cuerpo técnico totalmente inexperto. Si a esto sumamos los enormes errores y situaciones de corrupción de la asociación de fútbol argentino, nos queda en claro que lo que se ve en la cancha es ni más ni menos que un reflejo de todo ello.
Hoy tenemos a un Leo Messi que su pueblo tanto reclamó y que decían querer ver: un capitán que se queje, que denuncie las injusticias y que se ponga el equipo al hombro. La pregunta es a dónde quedó su fútbol único e irrepetible propio de un extraterrestre. Servirá al seleccionador y al grupo esto de ver a su más grande exponente en esta actitud pero sin poder ganarle ni siquiera a defensores de Qatar en un partido?
Las incógnitas para el equipo nacional de fútbol de Argentina son muchas luego de su paso por la Copa América. Es necesario un replanteo en profundidad y salir del victimismo que hasta hoy solo los ha llevado a evadir responsabilidades. La única posición por estas horas parece ser la de dar por sentado que los han perjudicado con total libertad y como si todo se hubiese planificado con antelación. Para sostener tremenda aseveración, habrá que presentar pruebas y en caso que las haya, estaríamos en frente de una de las manchas más graves en la historia del fútbol mundial.
La realidad del equipo que alguna vez lideraron Ruggeri y Maradona, es que deberán sentarse, dialogar a detalle y pensar a futuro. A corto plazo tendrán que hacer frente a unas durísimas eliminatorias para el próximo campeonato mundial y nadie sabe si llegará un nuevo director técnico, o si esta nueva camada de jóvenes seguirá siendo parte en ese trance e incluso se desconoce si habrá sanciones al mismísimo Messi luego de sus graves acusaciones a la Conmebol.
Muchas preguntas. Por ahora, pocas respuestas.