El fútbol moderno está teniendo unos cambios enormes a lo que antes concebíamos del juego. Cambio en esquemas tácticos, cambio en formas de entrenamiento, cambio de cómo lo vemos, cambio de algunas reglas, etc. Tantos cambios y con el avance tecnológico, que en nuestro idioma futbolístico tenemos una nueva palabra que genera debate: VAR (virtual assistant referee) por sus siglas en inglés.
Y es que desde que se implementó el uso de esta herramienta ha sido tema de debate desde el programa deportivo más serio hasta tema de conversación entre amigos. Algunos dicen que es justo, otros que está dañando el fútbol, algunos más que está bien, pero que se debe mejorar y así se escuchan miles de posturas. El debate está, pero donde el VAR estuviese en toda práctica de futbol que se realizase.
Si el VAR hubiese estado presente en mis años de fútbol callejero qué distintos hubiesen sido esos momentos. Pensemos por un momento que utilizamos nuestras maletas, piedras, sacos, o lo que estuviera a la mano para conformar la portería, de común acuerdo serian 10 pasos de aquel que tuviera el pie más grande, pero este personaje oculta un paso en su propia portería, empieza el encuentro primer gol en el arco del personaje que midió la portería, el equipo que recibió el gol se quita la camiseta como ordena el reglamento, se dispone a sacar de nuevo, cuando alguien pide parar el juego porque recibió comunicación desde el VAR, la cancha tenía un pie menos por tanto el gol es inválido y se castiga con paredón al infractor.
El juego es parejo, se espera una anotación más para que aquel que haga el gol pueda recibir en sus filas al crack del barrio. Tiro potente y gol, se alista el debut de este mago, cuando paren todo comunicación desde el VAR. El balón paso más alto que el salto del arquero, por lo tanto es inválido. Como el balón terminó en una mata de la doña malgeniada del barrio, basado en el reglamento el infractor debe recuperar el balón a como de lugar.
El partido se encontraba 11-18 el sol bajaba su persiana, el grito de último gol gana suena en el aire del barrio, de pronto se escucha el gol, júbilo y celebración pues la bebida ha sido asegurada, de pronto se para todo pues comunicación desde el VAR, el anotador del tanto le pegó con más fuerza de lo debido, por tanto y basado en el reglamento el gol es inválido. El dueño del balón que era el arquero tiene todo el derecho de irse y el partido queda así.
Que distinto hubiese sido y cuantas sodas, gaseosas, refrescos como se le quieran llamar hubiese podido ganar, cuántas glorias de barrio hubiese logrado, pero nuestro VAR eran los curiosos que veían el partido, pero en eso no se metían. Todo lo arreglábamos con un saque de banda o si la falta era más grave penalti cancha a cancha sin arquero.