Perdido, sin rumbo, dando pena. Ya nadie le espera. El Deportivo completó una de las peores exhibiciones de la temporada justo en el momento en el que tenía planificado el inicio de su remontada. Con un entrenador ya en la calle, con los dos mercados cerrados y con un presidente que minimiza la situación de emergencia, ya ha agotado las balas del banquillo y de los fichajes y le queda la nada, lo que es ahora mismo. Un grupo hundido, sin fútbol, con unos jugadores impropios de Primera, con un técnico que no propone nada y que no ha sido capaz de llegar al grupo. Bloqueados. Solo tiene tiempo, aunque hasta ahora el paso de las semanas solo le ha servido para autrodestruirse e involucionar. Un cadáver se paseó por Anoeta.
El cuadro gallego fue una caricatura de equipo. Sin fuerza, sin recursos para llevar el balón a las proximidades de Rulli y sin contundencia en las acciones defensivas. Ni un sólo remate a portería en los primeros 45 minutos y la única acción de peligro acabó invalidada por falta de Lucas Pérez sobre el meta de la Real.
El técnico del Deportivo, Cristóbal Parralo, asumió la responsabilidad de la derrota y reconoció que su equipo había hecho el ridículo en Anoeta. “Sí. No hay nada que objetar. Es así”, afirmó el andaluz, que quiso pedir “disculpas a la afición”. “No hemos dado el nivel ni la talla”, resumió. “Es imposible hacerlo peor”, añadió en su análisis del desastre.
Al inicio de su ultimo partido, el Dépor miraba a su rival y se veía en el espejo. Si a día de hoy hay un equipo al mismo nivel de dudas que el coruñés, esa es la Real Sociedad. Un duelo de grupos dubitativos, en el diván, que no se reconocen. Bajo el diluvio, el conjunto vasco empezó empujando, aunque sin excesos
La Real Sociedad restañó las heridas de las últimas jornadas ligueras con una contundente goleada ante un deprimente Deportivo, que ofreció todo tipo de facilidades. Fueron cinco goles, pero pudieron ser más. La semana va a ser muy complicada en La Coruña. Todo lo contrario sucederá en San Sebastián, donde el equipo vuelve a recuperar las buenas sensaciones del inicio del campeonato.
Según Cristóbal, el Dépor no está en descomposición, sino que simplemente “no estuvo a la altura del partido”. “Después del segundo gol hemos bajado completamente los brazos y hemos dejado de competir”, lamentó el andaluz, que no entra a valorar la posibilidad de que el consejo de administración opte por su cese: “No me toca a mí analizar eso. Yo estoy analizando lo que ha hecho el equipo y cómo hemos jugado. A partir de ahí, está el consejo y el presidente, que son los que tienen que tomar cualquier decisión al respecto”.
El Deportivo sigue en caída libre hacia segunda. Sin paracaídas, sin frenos y sin ninguna señal que de esperanza a sus aficionados. Esperemos que los últimos fichajes, como el de Krohn Dehli, den un poco de luz al final del túnel.