Objeto de deseo de los grandes clubes europeos, Eduardo Camavinga ha derribado todos los muros posibles y ha presentado su candidatura para jugar en un grande. Real Madrid y PSG han comenzado la carrera por hacerse con el francés. El joven internacional es muy del gusto de Zidane que ya lleva tiempo siguiéndole.
Su breve actuación en su reciente debut con la selección del gallo volvió a demostrar lo que hace en su equipo, el Rennes, club de la Ligue 1 que posee sus derechos federativos. Ha sido el jugador más joven en debutar con la selección francesa con 17 años y 9 meses. Su club se resiste a dejarlo marchar ya que actualmente es el jugador franquicia de equipo y ello mermaría el potencial del conjunto rojinegro. Además, en su contrato había una cláusula por la que si el equipo entraba en Champions el jugador se quedaba. Aun así, el club sabe que no lo podrá retener mucho tiempo ya que varios de los grandes quieren incorporarlo a sus filas más pronto que tarde.
La recesión que está sufriendo la economía mundial y que también ha llegado al mundo del fútbol ha jugado en favor del club del noroeste de Francia para poder retenerlo una temporada más. Ello deriva en que imperen las economías de ahorro para hacer frente a todos los gastos que los clubes han dejado de ingresar.
Empezó a destacar la temporada pasada en el equipo de Julien Stephan siendo fundamental en la consecución del tercer puesto en liga solo por detrás del PSG y el O Marsella. Puede actuar en posiciones de mediocentro como de interior. Su físico le permite tener buenas condiciones para tareas defensivas, pero con muchísimo criterio a la hora de saber jugar la pelota. Su naturalidad, descaro y seguridad a la hora de jugar han llamado la atención a sus 17 años.
Esta temporada que acaba de empezar el mediocentro sigue al mismo nivel como quedó demostrado con su salida al campo en la primera jornada frente al Lille logrando el gol del empate. Su actuación frente al Montpellier y el golazo para conseguir la victoria, no dejan lugar a dudas, es un jugador que dará mucho que hablar en un futuro inmediato.