El futbol sala está llamado para la época actual del deporte de alto rendimiento a consolidarse como una alternativa aparte no sólo del futbol soccer sino del mismo basquetbol (ambos vistos como base táctica y funcional de futbol de salón) en términos comerciales, mediáticos, fervorosos y míticos, de práctica común y ordinaria de aficionados, entre otros aspectos.
Desde mi punto de vista, actualmente el futbol soccer carece en la mayor de las veces dentro de cada uno de los torneos, incluso los de alto prestigio internacional, de vocación y voluntad hacia el espectáculo de órdago. Ya no hay en el mundo partidos que en masa sean interesantes y llenos de rito, de elementos estéticos serios, de actos sublimes seguidos uno del otro. Son contadas las buenas jugadas, las obras de arte, las muestras de talento, en fin.
Ya son contados también los futbolistas que se dinamizan con amplias virtudes de talento técnico por las distintas canchas de este globo terráqueo. En el mundo de este deporte el alto estándar calificativo de hoy para ser admitido y bien valorado es la máxima velocidad por sobre las florituras y las condiciones de talento que se puedan poner en práctica, incluso por encima del cerebro artístico.
El futbol sala internacional se viene desarrollando de a poquito incluso como un ejercicio de resistencia deportiva profesional con grandes esfuerzos que desde la duela se intentan desarrollar al máximo para bien del espectáculo, con tal de entregar un acto y/o rito bien hecho, de tal manera que los aficionados se vean recompensados con una garantía de diversión, de esparcimiento, de adrenalina, con candor de tribuna.
La Liga Nacional de Futbol Sala de España particularmente se asoma por el mundo con el mejor nivel de clubes para la práctica de este deporte. Estadísticamente presume ser un gran repositorio de goles, de pases, de desbordes, de recuperación, de atajadas e incluso de rotaciones. No está de más recordar que el futbol de salón es un deporte de rotaciones constantes sin causar perjuicios deportivos al progreso de un equipo dentro de un torneo, esto por aquellos a los que Juan Carlos Osorio o Sampaoli les causa un poco de insomnio, frustración, coraje o lo que sea.
Los que seguimos este deporte vía streaming, youtube, o por el medio que sea, podemos notar que la vocación ofensiva está muy arraigada en todos los equipos, que además el entrenamiento técnico y físico de los jugadores se cumple a carta cabal, destacándose el manejo fino de los pies, la perfección en la técnica individual para centrar, trabajos para volver eficientes cambios de juego en tramos cortos y largos, entre otros, tomando en cuenta que la pelota de futbol sala es dura, pesada y chica, comparada con el perfil número cinco del futbol soccer.
Es bueno ver también que la cantidad de aficionados hacia los equipos crece en España de manera importante, considerando que algunos de los equipos o entidades deportivas con representativos en futbol soccer también tienen sus cartas en el futbol de salón como el Real Betis, el Hércules o el mismo FC Barcelona, con el aditivo lassa en este último.
El fenómeno del Inter de Movistar en España se alza como el mejor equipo del mundo, con los mejores jugadores por posición, algunos de ellos estrellas de los seleccionados de Brasil, Portugal y España, destacándose Ricardinho, por sus amplias y sublimes condiciones técnicas, su velocidad, su picada, su magia y sus destrezas pero sobretodo sus virtudes estéticas para jugar. Un tipo completo, con grandes aptitudes físicas y mucho trabajo de gimnasio adherido a las mismas.
Consideró que a 20 años el futbol de salón será una alternativa para los aficionados, generando además las ganas y la voluntad de emularlo para su práctica ciudadana, considerando que para tales efectos existen derivaciones cortas como el formato cinco, el formato seis, el formato pavimentado cinco o seis y de los más comunes el siete y el rápido/indoor compartiendo con el sala quizás el tamaño de la pelota, algunas reglas y el concepto de rotaciones permanentes.
En términos globales merecemos que el deporte de alto rendimiento nos de buenos actos, aspectos míticos, recuerdos estéticos, arte y un poco de diversión aunque sea. El deporte no necesariamente debe ser monótono o meramente estadístico.