Los médicos de los equipos en la Copa del Mundo podrían utilizar el sistema de videoarbitraje (VAR) para ayudarlos a diagnosticar conmociones cerebrales.
La FIFA no está dispuesta a que se repita la imagen de Chrisffer Kramer en la final el Mundial de Brasil cuando el alemán estuvo unos minutos sobre el campo absolutamente groggy después de un choque con Garay. “Del primer tiempo no recuerdo nada, aunque después recordé que me sustituyeron inmediatamente después de la falta. Tampoco recuerdo cómo llegué al vestuario. En mi cabeza, el juego comienza en la segunda parte”, recuerda el germano.
El director médico de la FIFA dijo a The Associated Press que un segundo médico de cada selección podría utilizar los videos del partido (VAR) para evaluar lesiones en tiempo real y colaborar en el diagnóstico a pie de cancha.
Para ello, en el Mundial de Rusia ofrecerá a los médicos de las 32 selecciones la ayuda del vídeo. No es obligatorio, pero cada selección podrá tener a una persona, lo normal es que sea del equipo médico, ante una pantalla y conectado por un pinganillo con el doctor principal, el que esté en el banquillo.
El VAR debutará en un Mundial cuando el torneo se dispute del 14 de junio al 15 de julio en Rusia.
La FIFA intenta reforzar sus protocolos para atender lesiones cerebrales, después que en el Mundial de 2014 hubo casos de jugadores que intentaron seguir en la cancha después de sufrir conmociones.
En caso de lesión importante, sobre todo cuando hay golpes en la cabeza, desde el monitor se podrá comprobar la reacción del futbolista hasta que el médico llegue a su posición. En ese tiempo, el que esté ante el monitor podrá advertir a su colega de si parece grave, de si ha habido una pérdida de conocimiento, aunque la recuperación haya sido inminente, o de cualquier detalle sucedido entre el golpe y la atención.
“Vamos a implementar un sistema para ayudar a los médicos, en el que un asistente o un segundo médico estará sentado frente a una pantalla”, dijo el martes el director del comité médico, Michel D’Hooghe.
Con esa información el doctor podrá solicitar al colegiado lo que FIFA ha definido como la Regla de los tres minutos. El árbitro concederá ese tiempo para que el galeno explore al jugador analizando signos y síntomas de alarma: pérdida de conocimiento, dolor intenso de cabeza y/o cuello, desorientación, dificultad en el habla, vómitos, visión doble, mirada perdida, irritabilidad o agresividad fuera de lo normal…
Esta postura de la FIFA, que da valor a una decisión médica profesional más allá del resultado de un partido de fútbol por mucho Mundial que haya en juego, necesita de una comprensión absoluta de jugadores y entrenadores. Los primeros deben ser conscientes de que va encaminada a su protección y a no poner en riesgo su salud. Por mucho enfado o gritos del jugador queriendo volver al campo, el árbitro se deberá ceñir a la decisión del doctor.
En el segundo caso será más delicado, pero la FIFA tiene muy claro que los entrenadores tienen que entender que no hay nada que valga la pena poner en riesgo la vida de un jugador.