La gloria del mejor equipo y la condena de los peores de cada liga terminan siendo la catarsis de cada temporada durante cada año en cada una de las ligas del mundo. Pero… ¿Se imaginan si River Plate no hubiese descendido en 2011? ¿Atlético de Madrid durante el año 2000? ¿O el Guadalajara que coqueteo con el mismo durante el 2015? Es obvio que la historia de estos equipos no sería la misma, ni su presente tampoco sería lo que hoy conocemos.
Antes que nada es necesario algo de contexto: el 20 de julio de 2017 la Liga MX en conjunto con el Ascenso MX anuncia que solo seis de los 16 equipos pueden acceder a primera división en caso de ganarla deportivamente, estos son Atlante, Celaya, Dorados, Juárez, San Luis y U de G; dejando imposibilitados a equipos como Alebrijes de Oaxaca (campeón del Apertura) o Cafetaleros de Tapachula (campeón del Clausura) de poder acceder al circuito de oro. El clavo final llego meses después, en marzo del 2018 cuando se anuncia la suspensión del descenso, con la excusas de alcanzar en 2020 los 20 equipos en Liga MX.
Así es como nos encontramos a día de hoy con los finalistas por “el ascenso” que mencionamos anteriormente y un equipo relegado a la división inferior, Lobos BUAP; sin embargo las posibilidades de poder quedarse dependen meramente de alcance que puedan llegar a tener sus bolsillos. Una penalización que se haría valida por no tener finalistas certificados a ascender que es válida por 120 millones de pesos (6,337,340 USD) para poder comprar su permanencia.
En caso de que Lobos no pueda llegar a cubrir esa cantidad las posibilidades son variadas: en el reglamento de la Liga MX menciona que ante esa posibilidad el siguiente año futbolístico se jugara con 17 equipos, es decir sin cubrir la vacante dejada por el descendido; se menciona de forma extraoficial que la vacante se pondría en subasta entre los seis equipos que si están certificados o que se le ofrecería a Celaya cubrir las multa de 120 millones de pesos, esto debido a que fue el equipo que más puntos sumo en ambos torneos.
En materia de información es lo que se conoce de momento, aunque no es sino la confirmación de la transformación del fútbol en México de equipos y ligas como sucede en casi todo el mundo a un escenario de franquicias, como ocurre en las ligas de diversos deportes de Estados Unidos y Canadá donde los de menor rendimiento no sufren castigo y si el lugar donde resides no es una buena plaza para generar mercado será imposible que veas deporte profesional.