Hemos asistido estos días a algo que en los últimos años no estábamos acostumbrados. Ninguno de los tres grandes equipos españoles han dado la talla en las rondas finales de la UEFA Champions League en la temporada de la Pandemia, la 19/20 jugada durante el mes de Agosto.
Aunque con motivos diferentes los tres han caído de antemano, pero lo más grave es cómo.
El primero fue el Real Madrid que se vio ampliamente superado por un Manchester City que fue muy superior en los dos partidos. Ya en el Bernabeu los Citizens tenían medio encarrilada la eliminatoria, pero viendo cómo los madridistas habían acabado la temporada parece que la diferencia entre ambos equipos era menor de lo que fue antes de la pandemia, y cabía alguna posibilidad de remontar de forma épica. Debíamos tener en cuenta que incluso ganando por 0-1 el Madrid caía eliminado.
Todo fue una ilusión ya que en el Etihad se vio que el Madrid ya no está para cotas tan altas como lo demuestran sus dos últimas participaciones en la máxima competición continental cayendo con el Ajax y con el citado Manchester City.
Por su parte, el At Madrid dio la sorpresa al caer frente a un novato en competiciones europeas como es el RB Leipzig, pero para aquellos que siguen la Bundesliga alemana esta derrota tampoco es una cosa tan sorprendente ya que los de Nagelsmann han completado una Bundesliga espectacular y parecen que año a año van subiendo su nivel. Y eso que faltaba su máxima estrella Timo Werner que fichó por el Chelsea.
El equipo del Cholo fiel a su estilo de no querer jugar al fútbol sino solo de entorpecer el juego enemigo, se vio superado por los alemanes que llevaron el partido a un ritmo alto entre transiciones, pases y presión. Nagelsmann le ganó la partida táctica a Simeone.
El tercero en discordia fue el Barcelona que hizo el gran ridículo de la temporada, de la Champions y quizás de su historia, al perder por un escandaloso 2-8 frente al Bayern de Munich.
La plantilla del Barca, con la mayor media de edad de la competición, acusaron el alto ritmo y el hambre que mostraron los de Flick desde el primer minuto. El gol del empate del Barça pareció solo un espejismo ya que la “tormenta perfecta” llegó unos minutos más tarde para dejar el marcador en 1-4 en el descanso.
Esta derrota, o mejor dicho ridículo, ha desatado todo tipo de problemas en las oficinas del club blaugrana. La primera medida ha sido la destitución del técnico Quique Setién, quizás el elemento con menos culpa de todos. De momento la Directiva ha anticipado elecciones y las dimisiones por mera vergüenza no se han dado.
Esperemos que el único representante en competiciones europeas que nos queda, el Sevilla, deje el pabellón bien alto en la final de la Europa League que juega el Viernes 21 frente al Inter de Antonio Conte. Independientemente del resultado el equipo de Lopetegui ha cumplido con las expectativas que se esperaban con l único lunar de su eliminación en Copa del Rey frente al Mirandés.
Suerte al Sevilla FC. A por la sexta.