En las semifinales de la Copa de Francia 2017-2018 hay dos equipos de tercera división. Me encantaría que esto ocurriera en España, pero el formato de nuestra Copa del Rey, con eliminatorias a doble partido y un escaso número de clubs no profesionales, no ayuda, la verdad.
A mi juicio, nuestra copa debería ser como la inglesa, que se disputa a partido único (el campo se decide por sorteo, excepto en la final, que se juega en una sede fija) y participan todos los equipos que se inscriban. Evidentemente, cuanto más baja sea su categoría, antes entran en competición. Pero suelen darse casos de clubes de regional que tienen la oportunidad de enfrentarse a profesionales. Esto es bueno para el fútbol y un aliciente para los modestos. Como es lógico, los equipos que disputasen competiciones europeas serían los últimos en incorporarse. Esto, unido al factor del partido único, alivia los calendarios notablemente.
Por otro lado, en caso de empate tras los noventa minutos reglamentarios, yo no optaría por otro partido ni por prórrogas, sino directamente por una tanda de penaltis. Noventa minutos son suficientes para superar al adversario. Si no se ha podido, los penaltis son una buena solución, además de muy emocionante para el espectador.
Si el calendario lo permitiera, podría instaurarse también una Copa de la Liga, como en Francia o Inglaterra, disputada con el formato anteriormente expuesto, pero disputada solo por los equipos de ciertas categorías (a determinar según las posibilidades de fechas).
Por último, considero imprescindible que el vencedor de la copa (o copas) obtuviera la clasificación para la UEFA Champions League. Si dicho vencedor (o vencedores) hubiera obtenido ya su pase por otra vía (liga o competiciones europeas), entonces el puesto vacante pasaría al campeonato liguero.
Creo que a los clubes modestos (que son la mayoría, por cierto) y al conjunto de los aficionados nos gustaría mucho más este emocionante formato que el actual.