Todos los aficionados con sangre azul y oro recordarán con ardor la semifinal del Apertura 2018, confiaban en poder hacer un gran juego en el Azteca después de que en su casa vivieron momentos de gran felicidad, sin embargo no contaban con el tremendo papelón que se aventó su equipo en cancha ajena. Este recuerdo les quedará muy grabado en la mente, tanto que les dejamos cinco ideas de porque siempre recordarán la paliza que les propinaron las Águilas.
1. Saldivar regresó a las andadas
A pesar de que venía dando unos partidos increíbles, con atajadas imposibles e inyecciones de ánimo sorprendentes, pero en el juego de vuelta volvimos a ver a ese portero que fue relegado a la banca por Pikolín gracias a sus fallos en momentos importantes.
2. Un equipo sin forma
Me recordó mucho a los inicios de Patiño con la UNAM. Cuentan con buenos jugadores, destacan en sus posiciones y hasta tienen chamacos canteranos que robaron cámara durante el torneo. Aquel 9 de diciembre, simplemente no supieron que hacer, agacharon la cabeza y dejaron que el Ame los manejara a su antojo.
3. Son clientes del Piojo
Herrera tiene 13 juegos sin perder ante los Pumas, pero con los cremas de 11 juegos disputados los venció en nueve. Deberán tener mucho respeto y temor cuando vuelvan a enfrentar a Miguel, porque veo difícil que puedan sacarle un empate.
4. La peor goleada a manos del archirrival
El sexto gol del América supero aquella exhibición de poder y buen futbol que demostraron en la temporada 1966-67, donde con goles del Coco Gómez, Alfredo Del Águila y Edivaldo Izidio Neto, dejaron tendidos en el terreno a los universitariopor marcador de cinco a uno. Primer clásico capitalino, primer goleada. Y por si fuera poco, es la tercer peor goleada registrada en la historia de las Liguillas.
5. Eran la tercer mejor ofensiva del torneo
Marcaron 29 goles durante el torneo regular, con muestras de verdadera contundencia y buen tino lograron obtener victorias importantes para colocarse como el tercer lugar de la competencia, lamentablemente fueron neutralizados y expuestos por el parado táctico del Piojo. No sirvió de nada romper la maldición de Guadalajara o la ayuda de ganarle a Tigres, al saber que quien el ganara llegaba a la final.