Nacido en Plymouth en 1954, Trevor Francis destacó desde la escuela jugando al fútbol con sus regates, su aceptable técnica y buen disparo.
El Birmingham City, equipo con el que debutó con 16 años, estaba en Segunda División. En ese año, 1970, se convirtió en el jugador más joven en debutar en un partido oficial con este club. El record estuvo vigente 49 años hasta que este año 2020 el inglés Jude Bellingham fue fichado por el Borussia Dortmund.
Su debut empezó con buen pie anotando 15 goles en 16 partidos, saliendo casi a un gol partido. Entre sus estadísticas como novato destaca que fue el jugador más joven en anotar un hat trick con la camiseta de los Blues. 16 años y 371 días tenía en ese partido contra el Bolton Wanderer. En 1972 consiguió el ascenso a la First Division.
Ese mismo año varios equipos empiezan a querer hacerse con sus servicios, pero tanto Everton como Nottingham Forest recibieron una negativa del club de Birmingham.
Debutó con la selección de los Pros un 9 de febrero de 1977 perdiendo el encuentro frente a Holanda por 2-0. Su primer gol con el equipo nacional llegó un mes más tarde frente a Luxemburgo. En total disputó 52 partidos anotando 12 goles.
En 1978, tras un paso por los Detroit Express de la NASL americana donde dejó una muy buena impresión, fichó por el Nottingham Forest. Se perdió varios partidos de liga e incluso de competiciones continentales de la temporada 79/80 ya que según una cláusula en su contrato jugaría los meses de verano en el equipo de Michigan. El Forest llegó a disputar la final la Copa de Europa y la ganó, pero nuestro protagonista no pudo disputarla por una lesión en el tendón de Aquiles.
Estuvo a punto de fichar por el FC Barcelona en 1980 pero varias son las teorías por la cual ese fichaje no cuajó. Kubala y Jose Luis Núñez son al parecer los protagonistas de estas teorías. Por ello tuvo que aguantar una temporada más como jugador del Forest quedando mal ante los ojos de los aficionados. Aun así, ganó una Supercopa de Europa precisamente ante el equipo culé.
Tras varios asuntos relacionados con impuestos y diferencias con el entrenador terminó fichando por el Manchester City por 1.2 millones de libras. Comenzó bien con los Skyblues, pero todo se torció en un partido frente al Everton y donde Trevor realizó una brutal entrada al portero de los Toffees y acabó agrediendo a uno de los defensas rivales.
Tras la mala prensa que estaba recibiendo y que el club necesitaba dinero, decidió marcharse a Italia disputando antes el Mundial de España en 1982, marcando dos goles.
En Italia recaló en la Sampdoria, donde fue recibido por todo lo alto. Marcó 17 goles en las tres temporadas que estuvo y llegar a conquistar la Coppa de Italia, la primera para el club de Génova. De la Sampdoria pasó a la Atalanta donde no se adaptó bien según se deduce de sus palabras “…fue un duro cambio. Un cambio de contrastes que nos afectó a mi familia y a mi”.
Después del país transalpino, tuvo un paso fugaz por la vecina Escocia, más concretamente en el Glasgow Rangers donde solo jugó 18 partidos. Tras la aventura escocesa volvió a Inglaterra. Primero al Queens Park Rangers donde se convirtió en jugador-entrenador, pero apenas duró once meses. El Sheffield Wednesday le hizo la misma oferta de jugador-entrenador, pero lo que quedará para la historia en esta etapa fue no haber visto el talento de un joven francés que más tarde acabaría siendo un icono en el fútbol inglés. ¿Su nombre? Eric Cantona.
Octubre de 1994 fue el año de su retirada en Sheffield y cuyas palabras fueron “No creo que pueda seguir jugando. La temporada pasada podía aguantar sin problemas una hora de juego, pero en la actual apenas me he entrenado. Y no puedo más”.
Dedicado con especial cariño a John Frutos.