El mercado invernal suele ser un recurso que especialmente usan los equipos para “solucionar” los problemas que han derivado una mala planificación, o incluso cualquier lesión o imprevisto. No obstante, en muchas ocasiones, esos fichajes han acabado siendo salvadores para los clubes, mientras que otros tantos casos, esos “salvadores” acabaron siendo los grandes señalados.
– Pletikosa (Deportivo): Una grave lesión de Fabricio obligó al Depor a buscar un portero en el mercado de invierno de la pasada temporada. El portero croata llegó con 37 años, estaba sin equipo y firmó por 6 meses con la posibilidad de firmar otra si jugaba un mínimo de partidos. Solo participó en dos partidos y encajó seis goles. Se retiró en verano.
– Hjulsager (Celta de Vigo). El futbolista danés llegó al Celta de Vigo como una de las grandes joyas del mercado. A sus 22 años, Hjulsager es un jugador que había destacado por su visión de juego, pero principalmente por su calidad para decidir jugadas en los metros finales. El Celta pagó poco más de un millón de euros, pero apenas alcanza los 80 minutos de juego en tres partidos. Tiene futuro por delante, pero su primera media temporada está siendo cuanto menos compleja.
– Bogarde (Barcelona): Van Gaal lo rescató del Milán a mediados de la temporada 97/98. El defensa había formado parte del Ajax que se proclamó campeón de Europa en 1995 de la mano del entrenador holandés. En tres temporadas jugó 54 partidos, entre los que tuvo actuaciones realmente desastrosas. Su peor momento llegó cuando Van Gaal lo sustituyó en el minuto 20 de un partido de Champions en Suecia tras haber cometido varios errores graves.
– Walter Montoya (Sevilla FC). Al igual que ocurre con Hjulsager, tal vez sea pronto para poder valorar su fichaje, aunque si es seguro que Sampaoli no termina de contar con él. Ha disputado un total de dos encuentros con el Sevilla, alcanzando los 57 minutos de juego. En ambos encuentros no dejó buenas sensaciones. Será un fichaje de futuro, pero aún está lejos del nivel que encandiló a clubes como la Roma o el propio Sevilla.
– Eller (Atlético): El central brasileño fichó por el Atlético en enero de 2007 por 1,5 millones y abandonó el club en verano de 2008, como uno de los jugadores más criticados por la afición colchonera. Acabó muy mal con la entidad rojiblanca, a la que estuvo a punto de denunciar ante la FIFA por un impago de 500.000 euros.
– Faubert (Real Madrid): Probablemente sea el mayor fiasco de la historia de los fichajes de invierno. El Madrid quería un extremo derecho que pudiera jugar en la Champions y se fijaron en Valencia. Ante la imposibilidad de firmar al ecuatoriano, el Madrid cerró la cesión de Faubert a última hora. Jugó sólo 78 minutos y en la memoria de la afición queda la imagen del jugador echándose una siesta en el banquillo con el partido en juego.
– Palermo (Villarreal): El fichaje de Palermo por el Villarreal fue todo un hito histórico para el club castellonense. Fue el primer gran fichaje mediático de Fernando Roig, que convenció a la estrella de Boca Juniors, que venía de marcarle dos goles al Madrid en la Intercontinetal, para fichar por un equipo que peleaba por no descender. Aunque no hizo del todo malos números en su primer medio año (marcó 6 goles) nunca fue lo que se esperaba de él. En 2003 recaló en el Betis, donde sólo marcó un gol, y en 2004 en el Alavés.