Sé que el mundo del fútbol en cuanto al aspecto económico de los fichajes difiere mucho del que yo tengo en mi pensamiento, ya no solo como aficionado sino como persona. Las cantidades tan enormes que se manejan atentan, desde mi punto de vista, contra la moral del Ser Humano, pero también tengo claro que esto no importa y que no ha hecho más que empezar. Que me perdonen los presidentes, directores deportivos y gente de los grandes clubes por mis pensamientos tan opuestos a sus obligaciones. Son solo autorreflexiones.
Hay cosas que no comprendo vistas desde fuera y que si estuviera metido en los entresijos de un club puede que llegara a entenderlas mejor, pero no es el caso, así que yo mismo me pregunto y a veces me respondo con mis propios razonamientos sobre algún tema de los muchos que salen en el mundo del fútbol.
Me cuestiono muy a menudo porqué se paga esa cantidad por este jugador, porqué fichan a este o porqué venden a aquel otro si funcionaba bien.
Corría el verano del año 2001 cuando el Real Madrid fichó a un tal Zinedine Zidane por 72 millones de euros, el famoso fichaje de la servilleta de Florentino en Mónaco, y pensábamos que aquello era una locura. ¡Que dineral por este jugador, el fichaje más caro de la historia !, y resulta que en poco tiempo esa cifra se ha convertido en “calderilla”. Este de Zidane ya superó en su momento al de Figo con 60 millones.
Estamos asistiendo cada temporada, y ya hace varias de todo este asunto, a las desmesuradas cantidades que se piden por los fichajes. Pero como dice el dicho “en el arte de pedir esta la virtud de no dar”, “o el pecado de pagar” si lo ponemos en nuestro contexto actual. En otras palabras, un club pide lo que quiera por un jugador, si llega un club y lo paga, bienvenido sea. Si no lo paga, pues se queda aquí o que pase el siguiente.
Todo esto viene a colación por el ansiado fichaje de Pogba, por el segundo culebrón de Neymar, el bombazo del defensa más caro del mundo Harry Maguire, el fichajazo de Joao Felix y los dinerales que se están pagando por el resto de jugadores.
He aquí mis preguntas a los presidentes y directores técnicos…
Cuando se pagan estos precios por un jugador, ¿qué se valora?, ¿la juventud junto al talento?, ¿su contrastada carrera basada en un gran rendimiento?, ¿solo su futuro?. Unas veces es por una razón y otras veces por otra, pero no olvidemos que cuando hablamos de futuro, significa que no sabemos cómo va a resultar ese jugador, es solo un proyecto, son apuestas de futuro.
¿Cómo es que por Toni Kroos se pagasen 25 millones de euros en 2014 cuando había sido campeón del mundo con Alemania? y por Mbappé se pagaron 145 millones cuando aún no había sido campeón con Francia y simplemente venía de hacer una destacable temporada con el Mónaco llegando a las rondas finales de Champions?. ¿Me entienden por dónde voy?. ¿Cuál es el motivo de esa diferencia entre uno y otro? El alemán ya estaba consolidado en la élite y lo culmina con un Mundial, el francés simplemente tenía futuro.
No llego a entender que se paguen 120 millones de euros por un chaval de 19 años, que por muy buen futuro que tenga, le queda aún mucho por demostrar, aún no ha estado en la élite como para justificar su precio. Realmente creen ustedes que Koke o Saúl valen menos que J. Félix. ¡Para mí no, valen el doble porque ya lo han demostrado en innumerables ocasiones!.
Después de tantos años de estar entre los tops, ¿cuánto valdrían actualmente jugadores de la talla de Modric, Iniesta, Xavi, Lewandoski, Robben, Ribery, Müller, Chielini, Barzagli, y un largo etcétera?. Jugadores que han dado un rendimiento no unos meses ni un año, sino muchos años en todas las competiciones, tanto domésticas como europeas. Simplemente, les llegó tarde la moda de los super fichajes extratosféricos.
¿Verdaderamente Dembelé vale los más de 100 millones de euros por su campaña en el Dortmund y por muy campeón del mundo que haya sido? Un jugador que lleva una vida muy desordenada y a causa de ello se lesiona con bastante frecuencia?, ¿Entonces Varane, un tipo muy profesional que no da un escándalo, campeón de Champions con el Madrid?.
Teniendo en cuentas estas preguntas que hago, entiendo la poderosa obsesión de los clubes por contratar niños/jugadores a edades muy tempranas. Creen que pueden encontrar al nuevo Messi o Cristiano. Si no es el caso al menos lo pueden vender caro como a Joao Felix.
…y aquí mi reflexión:
Actualmente creo que se paga caro por el futuro que tiene un jugador más que por la carrera ya contrastada que tenga. Desde mi perspectiva debería de ser al revés, es decir, pagar más cuando ese jugador ya esté consolidado en la élite previa demostración de unos años en su club y en su selección a un nivel óptimo.
Se paga el futuro porque el presente ya está defenestrado y olvidado. El fútbol no tiene memoria y es cruel con esos que aportaron mucho de buen fútbol y rendimiento a sus clubes. Muchos de estos ya sirven de moneda de cambio para comprar a los jóvenes talentos . Me parece una pena porque es una forma de despreciar a un jugador después de todo su esfuerzo por un club.
Estoy casi seguro que Cristiano Ronaldo y Luis Suárez, por poner varios ejemplos, de los que no soy precisamente fans número 1, seguirán dando mejor rendimiento ya pasados los 30 años que tienen, que el 95 % de los jóvenes por los cuales se pagan cantidades inadecuadas en el momento actual de su trayectoria. Veremos si me equivoco. El propio Cristiano lo ha dicho en una entrevista “se pagan 100 millones por jugadores que aún no han demostrado nada”. Por una vez de acuerdo al 100% con el portugués.
Por talento, entendemos en España, el de los jugadores de fuera de nuestras fronteras porque el producto nacional lo despreciamos de una manera asombrosa. Nos enorgullece nuestras selecciones inferiores de cara al exterior pero en casa no nos interesa. Somos campeones en las distintas competiciones nacionales de categorías inferiores como la Sub-21, la Sub-19,…pero luego a esos chavales (casos de Fabián, Ceballos,…) no se les dan oportunidades en sus respectivos clubes y tienen que buscar fuera su futuro.
Así lo veo yo. Perdón de nuevo.