Victoria del Celta de Vigo en su estadio ante un Betis que siempre fue a remolque. Se adelantaron los gallegos con un gol de Aspas, el protagonista del partido. Amplió diferencias Maxi Gómez y el Betis se metió en el partido con un gol de Sergio León. Pero nuevamente Aspas anuló sus esperanzas con un tercer gol que hundió al equipo andaluz, que en el descuento acortó con un penalti transformado por Guardado. Tres puntos que acercan a los de Vigo a la zona Europea.
Resumen de la temporada lo que se ha visto en Balaídos. Un Betis muy efectivo, un Betis con juego y posesión, pero un Betis endeble que no defiende bien ni individual ni colectivamente y que regala uno o dos goles por encuentro por su mala forma de entender qué es un juego de control de balón.
Toques de balón: Lo decimos en las duras y en las maduras. Se puede jugar a tener posesión, pero si uno de los jugadores que más pasen dan con el pie es el portero, seguramente habrá error costoso y en todo caso una mala interpretación del objetivo de gobernar los partidos a partir del balón. Además de tener la posesión a favor (58.4%), el Betis dio muchos más pases que su rival (564 por 396), pero es que los cinco jugadores que más tocaron el balón fueron Feddal (75), Fabián (70), Barragán (60), Adán (55) y Mandi (50). Resalta que casi todos son defensas y uno de ellos el portero. El portero del Betis la toca más que sus delanteros. Mal asunto.
Excelente trato al cuero, buena combinación de los heliopolitanos y Andrés Guardado que generó el primer susto. El mexicano intimidaría de nuevo tras una incorporación de Barragán desde el lateral derecho.
Perdonaban los de Quique Setién, pero no lo haría el Celta. Falta de entendimiento entre Adán y Javi García, Radoja salta a la presión y recupera para que Iago Aspas defina como sólo el de Moaña sabe hacer. Decimotercer tanto del olívico, máximo artillero nacional. El gol fue una tisana para los de Unzué, hasta entonces lejos de la precisión en el toque que acostumbran. No mucho más antes del descanso.
En la reanudación, tras una gran jugada de Jonny por la izquierda, el uruguayo remató a bocajarro el centro para obtener su merecido premio y ampliar diferencias con un Betis que volvió a hundirse, aunque casi sin creerlo se encontró con un mal despeje de Rubén que aprovechó bien Boudebouz para centrar a Sergio León. El delantero la empujó a la red y acortó distancias. Pero la distancia en el juego era insalvable.
Cedió la iniciativa el Celta con el 2-1, esperando un error bético para salir como flechas. Así llegó la sentencia. Perfecta asociación entre Maxi, Brais y Aspas para que el de Moaña metiera la puntera lo suficiente como para superar la salida de Adán. Ya con el tiempo cumplido y con los verdiblancos volcados, Roncaglia cometió penalti sobre Joaquín que Guardado no desaprovechó. Demasiado tarde para una remontada.