Desconocidos y caros
Esta fue la expresión que Antonio Mohamed, entrenador y ex jugador argentino arraigado en el futbol mexicano y nuevo director técnico del club español de primera división Celta de Vigo, utilizó para expresarse sobre la poca vitrina del futbolista mexicano y el futbol mexicano en Europa, particularmente en España. Una situación perfectamente resumida por el buen turco.
Los honrosos directivos mexicanos y sus dueños masivamente torpes derrocaron de forma miope la participación de México en las competencias de CONMEBOL, más significativas deportivamente hablando que las moleras competiciones de CONCACAF a nivel de clubes con la CONCACHAMPIONS y al nivel selecciones con la infumable y crecientemente miserable COPA ORO, argumentando entre otras cosas la ausencia de perspectivas comerciales y falta de empatías con afanes “justos” en los calendarios. Siempre poniendo el dinero y el negocio como argumentos prioritarios por sobre el deportivo.
Mucha gente incluso consideramos que a México le iría mejor deportivamente adherirse a CONMEBOL que seguir en CONCACAF; en automático se gestaría un crecimiento comercial y competitivo de mayores vitrinas e importancia compitiendo con selecciones y equipos argentinos, chilenos, brasileños, uruguayos, colombianos, entre otros que con hondureños, ticos, estadounidenses, salvadoreños, etc.
¿Liga de primer mundo?, ¿gran comercialización?
No se ven los resultados de la supuesta comercialización que tanto alardea la FEMEXFUT, los dirigentes de “nuestra Liga Mx”, los directivos de algunos clubes y ciertos periodistas vendidos en torno al sistema del futbol mexicano y la Selección nacional. Yo no veo que comercialmente la Liga Mx y la Selección como productos de mercado se realicen mediáticamente en el gran mundo del futbol mundial. Con absoluto respeto pero nosotros pasamos desapercibidos en el mundo de este deporte, hoy es intrascendente lo que en México suceda relacionado al futbol soccer profesional; nosotros no importamos, no figuramos pues.
El sistema del futbol mexicano está a años luz de consagrar un sistema de comercialización parecido al del futbol inglés, español, brasileño, francés, chino, alemán, ruso, italiano, por mencionar algunos. Es lamentable porque el músculo financiero del sistema del futbol mexicano es bastante bueno, sin embargo hay torpezas, intereses, necedades y otros que impiden la correcta comercialización de nuestro futbol.
En aquellos lados se privilegia el negocio, el comercio, el efecto mediático pero ante todo se cuida lo deportivo; tienen claro que lo deportivo bien hecho te lleva al éxito en el mercado. Regla simple.
Nuestro máximo umbral es la viciosa y decadente costumbre de los juegos moleros en Estados Unidos, más los partidos amistosos en fases de pretemporada entre clubes mexicanos en canchas colegiales de poblados texanos o californianos. Otra vez el dinero y el negocio por delante. El dólar genera muchas ambiciones para la gran familia del futbol mexicano.
Por favor, cuiden el espectáculo
Hoy, está claro que en la generalidad el exatlón, el reto de los 4 elementos, la WWE, la lucha libre mexicana siempre tan pintoresca o el boxeo genera más diversión, más estimulo mediático para encontrar espectáculo, y más colorido que muchos de los descafeinados partidos de “nuestra Liga Mx”.
O cuidan el espectáculo o van a ir perdiendo miles de aficionados con el paso del tiempo. En términos generales el futbol mexicano es poco propositivo, resultadista, poco estimulante, lento, de pocos reflectores técnicos, de pocas expresiones culturales, y de grisáceo espíritu de alegría. Es más, México se caracteriza por tener excelentes estadios pero sin públicos masivos. No es para menos, la gente no va a gastar dinero en partidos mediocres sin color, sin energía, sin adrenalina.
La gente quiere ver goles, buenas jugadas, expresiones y desplantes técnicos, improvisaciones de juego, galanuras, figuretes, llegadas a gol permanentes; la gente va al estadio con ganas de vivir adrenalina, de emocionarse, de estar al borde del asiento por lo que la cancha les permita sentir. Imaginen ustedes las caras largas de frustración ante muchísimos bochornos de partido que en México podemos mirar cada ocho días.
Por una cultura futbolística de primer nivel
Se necesita que en México se incentive en jugadores jóvenes, nuevos entrenadores, directivos, gente de futbol en general y aficionados una cultura futbolística seria que no mire solo la colección de títulos, récords y puntajes o estadísticas; necesitamos ver el futbol como cultura, como arte, como ciencia, como espectáculo y empezarle a admirar, desde la generalidad de las partes, con sus elementos artísticos, sus aspectos medulares y su sistema, su filosofía, su mentalidad, su espíritu y no solo como un deporte visto como actividad física en bruto.
Ese argumento planteado anteriormente empieza por ver al futbol como una expresividad de combate, de espíritu moral y anímico hacia adelante, vistoso, alegre, vital, vivo, con matices de felicidad, incendiario, loco, que improvise, que saque cosas de la chistera, que haga comulgar todos los entes que participan de manera conjunta y desbordada con un sistema, un manual y una bitácora bien definida.
La solución a los problemas que aquejan el balompié nacional no está en cambiar a uno y otro entrenador, o traer buenos o malos futbolistas; acá se necesitan años de trabajo, de sistema, de escuela, que reditúe en encausar una verdadera cultura futbolística nacional desde una perspectiva estructural de tiempo y forma completas.
Tenemos un futbol mediano, de medio pelo hacia abajo, y nadamás.