El impacto de la globalización en el modelo organizativo del fútbol.
La globalización del fútbol va más allá de su presencia generalizada en todo el mundo. No solo se trata de su popularidad como práctica cultural, sino también de su naturaleza y organización interna. Aunque solemos asociar la globalización con la actual ola de internacionalización, debemos reconocer que la internacionalización del fútbol existe desde hace mucho tiempo.
Cambios en la identidad y organización.
En la era de la globalización, el fútbol ha experimentado cambios y adaptaciones transnacionales que afectan su dinámica interna. La relación entre la cultura nacional y el fútbol se ha debilitado, y la identidad colectiva está en constante transformación. Los elementos de desterritorialización del fútbol se manifiestan en la extrema profesionalización de los futbolistas y en la desaparición del “estilo nacional” de juego.
Mercado global y movimiento planetario.
La creación de un mercado global para jugadores de fútbol requiere eficiencia en cada país y región. Los equipos ahora están formados por una combinación de futbolistas de diferentes nacionalidades. El estilo de juego de un país ya no es tan distintivo, y la noción misma de “fútbol nacional” se cuestiona.
Desafíos para los clubes.
La base territorial de los clubes y su competencia han cambiado. La crisis de la soberanía de los estados-nación ha debilitado la organización territorial que sustentaba el fútbol. Los clubes, antes espacios sociales locales y sin ánimo de lucro, han sido reemplazados por sociedades anónimas con flujos de capital transnacional. La privatización del capital simbólico y económico creado por los clubes ha afectado a los aficionados y socios, quienes tienen cada vez menos influencia en las decisiones del club.
El caso de Estados Unidos.
Estados Unidos, históricamente despreciado por su enfoque en otros deportes, ha experimentado un cambio de tendencia. El fútbol gana reconocimiento y seguidores en el país, en parte debido al creciente número de hispanohablantes residentes.
En resumen, la globalización ha transformado profundamente el fútbol, afectando su organización, identidad y estructura. El balón sigue rodando por todo el mundo, trascendiendo fronteras y uniendo a personas de diferentes orígenes en su pasión compartida por este deporte.