La mayor experiencia personal de mi vida tuvo lugar en el año 2000 cuando para terminar mi carrera universitaria me fui con una Beca Erasmus a Alemania, más concretamente a una pequeña ciudad del sur, la más soleada del país y con un ambiente universitario maravilloso. Freiburg am Breisgau o simplemente Freiburg, ese es el nombre de esta ciudad donde disfruté de unos estudios, pero fue más una experiencia de vida.
Estando allí cometí el error de no visitar el estadio de la ciudad ni asistir a un partido del equipo local, el Freiburg FC que actualmente milita en la Bundesliga siendo unos de los equipos revelación la temporada pasada.
Aun así, si llevé mi cabo mi sueño. No era otro que visitar Amsterdam y por tanto el estadio del Amsterdam Arena, conocido hoy día como Johann Cruyff Arena en honor al jugador más grande que dio el club. Queda claro por tanto que mi equipo es el Ajax.
Recuerdo como si fuera hoy que después de dejar las maletas en el hotel me dispuse junto con mis amigos españoles que también estaban de beca, a coger el tren y hacer la primera visita del estadio. Mientras iba en el tren miraba para todos lados buscando ese “monumento al fútbol”, el cual no llegaba.
Por fin, lo vi de lejos. ¡Es increíble! me dije a mi mismo. No se me olvidará que conforme me acercaba al estadio el corazón se me aceleraba.
Nos bajamos del tren y admiramos desde el suelo la majestuosidad del estadio. No daba crédito, ¡un sueño cumplido! desde que en 1995 me hice fan del Ajax de Amsterdam.
Entré solo porque mis amigos al no ser futboleros prefirieron esperarme fuera.
Lo primero que hice fue entrar en la tienda oficial del club. Era como estar en el paraíso rodeado de colores rojo y blanco. Me gustaba todo, pero finalmente me decidí por una camiseta de algodón de manga larga con mangas blancas y el resto de color rojo con el escudo del Ajax en el pecho. Aún se pagaba en florines, la antigua moneda holandesa antes del euro. Hoy día pienso, ¿por qué me compré esa talla si hoy veinte años después me sigue estando grande ?.
Compré una entrada para visitar el museo donde vi las Copas de Europa, las de la Eredivise y muchas cosas más. Me hice la foto que hoy día tengo puesta en Planeta Fútbol. Son mis dos ídolos del fútbol, Marco van Basten y Johan Cruyff .
Luego fui al mostrador de los tours por el estadio para averiguar el precio. Vi que no era barato por lo que me pensé entrar ya que no tenía mucho dinero. Aún quedaba el resto del viaje por la ciudad. Finalmente decidí que no entraba y en ese instante el chico del mostrador me llamó y me dio una entrada, ¡si, si!, gratuita. No me lo podía creer, mi club me regalaba una entrada para visitar el estadio.
Comenzó el tour en inglés. Me faltaban ojos para mirar a todos lados. Visité el estadio por dentro, el palco, el restaurante del antepalco y por fin bajamos al césped. Llegaba el momento mágico. Fue salir al césped y además del corazón, que iba a mil por horas, casi se me saltan las lágrimas de la emoción. Lo recuerdo como si fuera hoy mismo. Visité los banquillos y me hice algunas fotos a pie de campo.
¡Estaba en el cielo, futbolísticamente hablando !.