En algún punto de la carrera de un futbolista llega el momento donde se pregunta a sí mismo ¿Será tiempo de retirarme del fútbol, de dejar de jugar y dedicarme a una vida más tranquila? En realidad esta es una interrogante muy difícil para una persona que ha dedicado la mayoría de su tiempo en cuerpo y alma a jugar este deporte tan popular.
Según los experimentados en el fútbol e inclusive los mismos jugadores, ya después de los 30 años de edad el rendimiento es distinto. Aunque se tiene más experiencia, no se tienen las mismas condiciones físicas que cuando se juega entre las edades de 15 a 25 años; donde se tienen mejores reflejos, más rapidez, entre otras cosas. Es una etapa muy difícil para cualquier jugador de fútbol, ver cómo ya no rinde o juega igual que al inicio de su carrera.
Pero no solamente los que llegan a esas edades son los que se retiran. Algunas veces, un jugador debe retirarse antes por motivos de salud, como por ejemplo, el brasileño Ronaldo, quien tuvo que retirarse porque padecía de hipotiroidismo. O en el caso también del fallecido en 2016, el costarricense Gabriel Badilla, quien lo hizo por su padecimiento del corazón. Estas razones afectan mucho más a los jugadores, ya que ocurren de repente y la mayoría de las veces no tienen opción a elegir entre seguir o no.
Pero, realmente el jugador al alcanzar la edad madura en el fútbol se retira? ¿Qué motivos, a parte de un deterioro en su rendimiento físico por edad, tiene para hacerlo? La verdad a ningún futbolista le gustaría apartarse del fútbol. Ellos aman tanto este deporte que les cuesta demasiado dejarlo. Aman sentir la adrenalina, al tocar el balón en cada partido, al luchar para ganar anotando goles o defendiendo el marco, o al escuchar a la afición apoyar y darles aliento. Son muchas las emociones que palpa cada jugador y que les cuesta mucho dejar atrás.
Por todo ello, algunos jugadores cambian de parecer y si se les presenta la oportunidad para poder seguir jugando, no lo dudan. Como lo podemos ver recientemente con el estadounidense Jason Donovan, quien se retiró en el 2016 y en enero de este año (2018), firmó con el Club León de México. La mayoría al retirarse, para poder seguir en contacto con el ambiente del fútbol, se convierten en entrenadores, administrativos en algún club o comentaristas en algún programa de televisión o radio, en fin, cualquier actividad que les permita seguir en algo relacionado con el fútbol. El español, Andrés Iniesta, hace poco anunció su retiro al finalizar ésta temporada. ¿Cambiará de parecer? ¿Logrará mantenerse alejado del fútbol? ¿Se irá a jugar a China? Bueno, eso lo veremos.
Al final, cuando un jugador se retira, sea cual sea el motivo, lo importante es que se prepare anímicamente y que esté orgulloso de sí mismo porque entregó todo durante todo el tiempo que estuvo jugando. Y que si llega a ser entrenador, pueda transmitir toda su experiencia y conocimiento a los jugadores actuales. Así que, si un jugador decide retirarse o no, depende de las circunstancias, pero siempre estarán en nuestra mente los momentos y la trayectoria de nuestros ídolos en el fútbol.