El equipo Junior de Barranquilla tenía la ventaja en el juego de ida donde había ganado un gol por cero a Millonarios. El Junior de Julio Avelino Comesaña venía mostrando equilibrio y manejo de juego en su esquema de defensa a la vez que practicaba un sistema de ataque basándose en la presión y juego por las bandas por donde ya tenía creado una imagen que alentaba a su hinchada y metía miedo a sus adversarios; en un juego definitivo de una esperada final, Junior sorprende con un esquema ultradefensivo y parco, con pocas salidas y muy bajos argumentos para llegar al arco de Millonarios donde su arquero Álvaro Montero tuvo pocas intervenciones a falta de verdaderas llegadas con peligro hasta su arco.
La figura del Junior y del partido fue el arquero Sebastián Viera quien salvó su arco en más de cinco ocasiones y le dio valor al espectáculo del fútbol.
Millonarios hizo lo que tenía que hacer, ganar el partido, y lo ganó jugando bien, mostrando identidad y logrando lo que desde hace mucho tiempo viene buscando su técnico Alberto Gamero y sus jugadores, un título.
Los Azules venían de una racha muy larga de partidos sin ganar y el domingo 30 de octubre logro ganar un partido que lo llevaría a los ocho finales de la Liga Betplay, y lo hizo con jerarquía, llenando de ánimo y confianza a sus jugadores, técnicos, hinchas y directivos presagiando lo que sería su partido de final de campeonato contra el junior de Barranquilla por el título de la Copa Betplay.
Por fin la era Gamero le brinda a sus seguidores el producto deseado, un título que avala las ideas de un estilo de juego de un técnico que se perfila como la promesa más sobresaliente de nuestro fútbol colombiano.