Viajemos al pasado, en concreto al 11 de Julio de 2010. Aquel día se celebró la final del Mundial de Sudáfrica que enfrentaba a una Holanda que venía de derrotar por 2-3 a Uruguay y a España, que, a pesar de no empezar con buen pie en la fase inicial, estaba crecida por la eliminación a Alemania gracias al gol de Carles Puyol, central del Barcelona en aquellos momentos.
Se prevenía una final difícil para ambas selecciones, táctica y dura al mismo tiempo, pero esto no frenó las ganas de ninguno de los dos conjuntos. En el Estadio Soccer City de la ciudad de Johannesburgo, Sudáfrica, ya se venía oliendo la tensión desde días antes. Todos sabían la importancia del encuentro y nadie quería perderse aquella final.
Al fin, llegó el ansioso momento, ya eran las 20:30 en África y empezaron a sonar los himnos de ambos países. Fue un partido dramático para todos, incluso para aquellos que no simpatizaban con ninguno de los dos equipos. También fue duro, ejemplo de ello son las 14 amonestaciones que nos dejó el encuentro (9 para Holanda y 5 para España) y el recuerdo de aquella entrada del holandés De Jong sobre el centrocampista Xabi Alonso.
El tiempo corría y nadie era capaz de abrir el marcador, ni el mismísimo Villa que tanto ayudó a España durante el campeonato. Tras varias oportunidades que rozaban el gol como la de Arjen Robben, en el minuto 116 se paró el tiempo en aquel estadio, en el continente, en el Mundo. Una jugada que comenzó en la banda derecha por un joven Jesús Navas acabó siendo el gol más laureado de toda la historia de un país, un sueño hecho realidad, España ganaba su primera Copa del Mundo gracias al gol de Iniesta.
Aunque en España piensan que aquel gol no lo marcó Andrés Iniesta, lo marcaron todos.