El mundial de Qatar 2022, será sin duda alguna, la ultima oportunidad de la selección mexicana para trascender la historia del futbol y lograr el quinto partido, pues el mundial siguiente será en casa, y con tantos participantes de este en adelante, las fases a las que logre avanzar no representaran el gran logro esperado.
Este es el momento indicado para lograrlo, toda la estadística esta en favor de México, los números se alinearon para que la selección azteca logre pasar de los octavos de final
México se ubica en el Grupo C, junto a Argentina, Polonia, y Arabia Saudita; de pasar la fase grupos, el cruce en Octavos será contra el grupo F, donde se encuentra el actual campeón Francia, Túnez, Dinamarca y el ganador del repechaje entre Perú, EAU, y Australia.
A partir de aquí es donde las posibilidades de México toman forma:
Sin importar el rival, por alguna mágica razón, en los últimos siete mundiales México ha logrado pasar de esta fase, lo hizo compartiendo grupo con Italia y otros dos europeos en 94, Bélgica y Holanda en 98, Italia y Croacia en 02, Portugal en 06, Francia y Sudáfrica (anfitrión) en 2010, Brasil (también anfitrión) y Croacia en 14 y el campeón reinante Alemania en 2018. No importa como llegue México, pasara a octavos de final, lo dicta la historia.
Pasando la fase de grupos se medirán contra los ganadores del grupo F, la teoría dice que Francia debe ganar el grupo y ser acompañado por Dinamarca. Pero, el gran pero que le da esperanzas de trascender al gigante de Concacaf viene en el siguiente párrafo.
En el mismo período de tiempo ningún campeón del mundo (a excepción de Brasil, porque Brasil siempre será Brasil) ha pasado la primera ronda del mundial siguiente a su coronación, Francia, Italia, España, y Alemania fracasaron después levantar la copa. Así que quitando a los galos de la ecuación, México llegará a unos octavos de final donde se encontrara en el peor de los casos al 11 del ranking FIFA, Dinamarca. No tan complicado en el papel.
Con los números del lado mexicano esta será la gran oportunidad de entrar al G8 del futbol y ser un verdadero grande, o quedarnos eternamente con el “Jugamos como nunca y perdimos como siempre”
El mundo será mejor cuando solo discutamos por un balón.